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Es la comparación con los demás. Nos miramos como espejos, vemos los logros que han tenido otros y yo no. Por ejemplo: “estoy viejo y mis hijos me vienen a ver, estoy contento porque estoy entregando sabiduría a mis nietos”, o “a mi vecino siempre lo vienen a ver sus hijos y están preocupados por él, a mí no me viene a ver nadie”. También vemos los asilos llenos de personas que no dejaron de ser egoístas. A través de lo que vemos reflejado en los demás, debemos ser capaces de terminar con lo malo que hay dentro de nosotros mismos. Volver a Sellos |